Agotado y sin sueño, como la mayoría de las ocasiones. Una
amiga embarazada me dice que no tengo remedio y tiene toda la razón en sus
palabras. No puedo educar a mi mente para que quiera dormir temprano, ella
prefiere el desvelo, la música y los libros. No hay remedio, es bello que la
mente me maneje a su antojo, al menos la paso mejor que cuando mi corazón es
quien tiene el control. He de admitir que la computadora me está dejando ciego,
y los audífonos sordo, a veces me quejo de los alcohólicos y masoquistas pero
en realidad yo también me estoy provocando que mi cuerpo se pudra poco a poco.
Pese a eso seguiré quejándome, eso sí que me sale muy bien, procurare no
enamorarme de una humana o humano en un buen lapso de tiempo, solo es un propósito,
realmente no planeo esforzarme mucho en cumplirlo.
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